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sábado, 28 de junio de 2014

Nuestro día a día

Para que os hagáis una ligera idea de cómo estamos viviendo este inicio del viaje y que no todo son excursiones, os vamos a poner unas fotitos de los lugares donde hemos dormido, comido (que las fotos de restaurantes son excepciones) y otras fotos diferentes.
-Nuestra casa portátil.


-Los mejores lugares donde disfrutar de elegantes desayunos y suntuosas comidas.
 

Momentos decisivos a la hora de por dónde continuar.





 Y el lugar donde pasamos muuuuuucho tiempo.
 

Y por último algunas fotos de comidas típicas, cervezas que no fueran Heineken, momentos de inspiración divina y conversión a autentico caballero.



 

Además de parecernos un país precioso, nos hemos encontrado con una gente encantadora, sin excepción todo el mundo amable y en disposición de ayudarnos en cualquier cosa. Los campings en general muy  bien, parcelas enormes, y todo muy limpio. Aunque la gasolina teóricamente es más cara que en España, lo que realmente ocurre es que hay más competencia, y hay un rango mayor de precios, y ¡siempre hemos echado más barato que en España! Lo que hemos probado de su gastronomía nos ha gustado bastante:  salchichón de sabores, sus quesos, los mejillones del norte, las galettes (crepes salados), y la tortilla francesa original, hecha al fuego de madera, súper jugosa por dentro!
Bueno, una buenísima experiencia, nos hemos quedado con ganas de más :D.
Como recomendación para viajar a este país os dejamos un enlace de una página que a nostros nos ayudó mucho.
http://www.france-voyage.com

viernes, 27 de junio de 2014

Au revoir Francia!!!

Para terminar estos días por Francia, y de camino a Dunkerque, hemos hecho alguna paradilla en la región de Picardia.

Sin duda, lo que más nos ha gustado: Rouen. Nada más llegar tuvimos la impresión de que podríamos vivir allí. Su centro histórico es un encantador entramado de callejuelas coloridas, sus casas sacadas de un cuento. La catedral es sublime, y bien vale una visita a su interior para admirar sus altísimos arcos y bóvedas inalcanzables, te corta la respiración. Como en el resto de las ciudades en que hemos estado, el ambiente en las terrazas por la tarde es estupendo. Por cierto, a destacar el trato inmejorable en el hospital público donde fuimos para completar una vacunación.
Le Gros-Horloge

Rouen

Notre Dame de Rouen




En las proximidades del bosque que prácticamente se adentra en Rouen, visitamos varias ruinas de abadías que nos habían aconsejado, aunque nos pareció que no merecían tanto la pena.
Abadía St Wandrille Rançon

También nos acercamos a unos pueblecitos en la desembocadura del Sena (Honfleur, Trouville...), que pese a lo innegable de su encanto, nos recordaron a cualquier pueblo español costero en época veraniega, pero sin pulpo ni pescaditos. Flipante la de gente que había allí.
Honfleur

Puerto de Honfleur

Por último hicimos una rápida visita a Amiens que, la verdad, después de venir de Rouen, nos decepcionó un poco. La llaman "la Venecia del norte" (de Francia) y aunque es verdad que tiene sus canales (cuatro o cinco) y alguna callecita agradable, está bastante descuidada y no tiene ninguna comparación con Venecia. Sólo destacaríamos la casa-museo de Julio Verne que nos encantó (gracias Tere :) ) y la catedral, que es muy luminosa y como todas las de Francia, es muy bonita.
Canal en Amiens

Dentro de la novela

Dejando volar la imaginación


martes, 24 de junio de 2014

Normandia

Dejando atrás la opulencia de los ricos castillos, otra vez hacia el norte. Carreteras secundarias, serpenteantes, floridas y arboladas hasta Mont Saint Michel. Desde la lejanía, se dibuja una silueta mágica y hechizante. Al acercarnos se alza imponente la abadía haciendo equilibrio sobre el monte. Las calles que dan acceso a la parte superior son coloridas y llenas de vida ( y de turistas). Las sensaciones que nos produjo este lugar son dificiles de describir, a ver si es verdad que una imagen vale mas que mil palabras.







 





Dos recomendaciones para los posibles visitantes,  primero mirad las mareas ya que dependiendo de ellas se puede ver el espectáculo del monte rodeado de mar. Y lo segundo intentar llegar al monte a partir de las 19 cuando el parking es gratis y se puede disfrutar sin tanto turista, eso sí la abadía estará cerrada.

También hicimos una breve visita a la ciudad de Fugeres. Nos gustó mucho la tranquilidad que se respiraba y además de tener el castillo medieval más grande de Europa, es muy agradable pasear por sus callejuelas llenas de flores.




Nuestra siguiente etapa nos llevó a otro sitio emblemático de Francia, se trata de las playas del desembarco y más concretamente la de Omaha, la cual tiene un tamaño descomunal (no me extraña que fuera escogida para desembarcar). Es sobrecogedor haber estado en un lugar donde murieron tantas personas en un solo día y poder ver aún las consecuencias de esa batalla sobre el terreno, trincheras, búnkers y oquedades gigantes provocadas por los obuses de cañones y bombas. Dan escalofríos solo de recorrer ese lugar y pensar lo que ocurrió.
Por supuesto al ser un sitio tan especial yo, Miguel, me di un pequeño chapuzón ( lo haré en más lugares importantes).









sábado, 21 de junio de 2014

El valle del Loira

Rumbo al norte, nos despedimos de los volcanes de Auvernia y buscamos el fértil valle del Loira.
Como campamento base nos situamos en un pueblecito cerca de Tours, Luynes, desde el que nos desplazaríamos hacia los castillos y cuidades que nos apeteciera ver.
Castillos por fuera hemos visto muchos, pero el tiempo y el dinero (15€ de media por persona y entrada) nos ha hecho decidirnos por cuatro para detenernos más a fondo:

Azay-Le-Redou. Pequeño y situado sobre una islita en el río Indre, su estampa tiene mucho encanto. Ver el interior fue entretenido. La pena es que las restauraciones no nos permitieron disfrutar de los jardines.

  





Chenonceau. Uno de los mas famosos. Sus galerías se encuentran sobre un puente en el río Cher. Las cocinas merecen bastante la pena, conservan muchos utensilios de la época. El resto esta bien conservado aunque la visita se hace un poco larga. Los jardines están muy chulos. Como dato histórico, en la II guerra mundial, era frontera entre las tropas alemanas (orilla norte) y las tropas francesas (orilla sur) y además de convertirlo en hospital, sus propietarios pasaban gente desde la zona ocupada a la zona libre a traves de sus galerías.







Chambord. Imponente. El más grande de estilo renacentista, y de construcción compleja, con una estructura matemáticamente perfecta, rematada con una escalera central de doble giro atribuida a Leonardo da Vinci, con extensas áreas de bosque (5440 hc) fue inicialmente concebido como retiro de caza. Otra vez, las obras nos estropearon el espectáculo.







Ussé. Más pequeño y recogido, es el castillo que inspiró a Perrault para La bella durmiente, y el interior está muy bien conservado y perfectamente recreado, con muebles y maniquíes de época. Nos encantó, yo diría que el que más.



Durante estos días también pudimos visitar varias ciudades y pueblos. Tours es una ciudad grande y lo más recomendable para ver sería la catedral, que nos impresionó mucho, tanto por fuera como sus vidrieras, el casco antiguo tiene bastante encanto y además por la tarde cuando paseamos por él tenía muchas terracitas con ambiente universitario. Los pueblos de Amboise y Langeais tienen un casco antiguo medieval muy cuidado y ambos poseen castillos que se pueden ver por fuera gratis.